¿Qué es la hipnosis?
La hipnosis se puede definir, como un estado «natural» de concentración incrementada que responde a sugestiones que son útiles en el proceso terapéutico. Casi todo el mundo ha experimentado alguna vez un estado semejante al trance hipnótico, aunque tal vez no hayan sido conscientes de ello. De hecho, los niños desde que nacen están asumiendo sugestiones de todo tipo que pueden condicionar toda una vida a través de las palabras y mensajes de la cultura, los padres, la escuela, la religión, la política… También los adultos, estamos sin darnos cuenta asumiendo numerosas creencias y mensajes que nos llegan del exterior, la mayoría subliminales que nos «hipnotizan» y que nos pueden incitar a sentirnos vulnerables, con ansiedad, miedo, estrés, proclives a caer en adicciones, comprar lo que no queremos,o a sentirnos inferiores en determinadas situaciones. Por ello con hipnosis clínica es posible «des-condicionar» situaciones que nos están afectando negativamente, y hacer una reestructuración interior para la salud y bienestar personal. Todo lo que se pueda sentir o imaginar en el estado hipnótico con una intención definida, pasa directamente a la estructura más profunda de nuestro cerebro con la posibilidad de identificar las causas de alguna situación o síntoma y las posibles soluciones.
Toda hipnosis es en realidad una autohipnosis
Es la propia persona quien tiene la capacidad de entrar en hipnosis. Normalmente no se puede hipnotizar a una persona si ella no quiere. A través de distintas sugestiones e imágenes la persona por si misma, va llegando al estado hipnótico.
En el estado hipnótico es la propia persona quien pone en marcha una gran cantidad de neurotransmisores que van a facilitar los cambios físiológicos, sensoriales, emocionales, cognitivos o conductuales necesarios producidos por las sugestiones adecuadas, para gestionar positivamente los niveles de estrés y ansiedad ante cualquier situación vital, dejar de fumar, controlar un dolor, elevar las defensas ante una enfermedad, concentrarse en los estudios, superar un examen, dejar de comerse la uñas….etc.
¿En el estado hipnótico se pierde la consciencia?
Es importante aclarar que en hipnosis no se pierde la consciencia. Nuestra mente consciente se “relaja”, «está receptiva»“observa” y “aprende” de la experiencia hipnótica que se produce de forma natural. Algunos pacientes cuando salen de la hipnosis y se les pregunta si creen que han sido hipnotizados, la mayoría contesta que no, aunque haya sido evidente el hecho y se hayan sentido mejor. Esto demuestra como injustamente, a veces la hipnosis está mal entendida.
¿Qué siente una persona cuando está en la experiencia hipnótica?
Mucha paz y tranquilidad ante los cambios positivos que suelen producirse y sobre todo, una gran claridad para entender y gestionar de forma fácil y rápida las soluciones a su problema.
¿Sabrán lo que sucede a su alrededor mientrás están en hipnosis?
¡Sí!, se darán más cuenta de lo que les rodea cuando estén hipnotizados. Mucha gente equipara la hipnosis con el sueño y piensan que “estarán fuera de todo”, cuando en realidad es precisamente lo contrario. Lo que ocurre es que se modifica el umbral de percepción sensorial. Estarán más sensibles en cada uno de sus cinco sentidos, ya que las ondas cerebrales de las personas hipnotizadas, muestran un estado de vigilia alerta. La hierba les parecerá más verde, el cielo más azul, los sonidos se captarán mejor, y las sugestiones positivas se afianzarán mejor.
¿Recordarán la sesión hipnótica?
Aproximadamente un 90% de las veces, la persona recordará la sesión práctica, y la recordará de una forma nítida. En el 10% de los casos se puede producir una amnesia espontánea de ciertos detalles sin que por ello deje de ser eficaz. La amnesia en hipnosis, es un fenómeno natural que se produce en algunas personas, y aparece sin que se la provoque. Por otra parte, la hipnosis también se puede utilizar si fuese necesario, para mejorar la memoria de esos fenómenos.
¿Hay control por parte del paciente en el estado hipnótico?
¡Sí!, en psicoterapia el objetivo de la hipnosis clínica es ofrecer más autocontrol al paciente. Por ello, aprendiendo la Autohipnosis, se puede hacer cualquier cosa y de hecho hacerla mejor, ya que el paciente está más libre de distracciones y preparado para afrontar cualquier situación dificil. Se puede hacer un examen, responder a una competición deportiva, hacer el amor o tocar un instrumento en estado hipnótico y hacerlo mejor que nunca porque la capacidad personal está incrementada. Es como estar en «plena Consciencia», para hacer de la vida un acto consciente desde lo que nos haga sentirnos mejor con nosotros mismos y con los demás.
¿Puede conllevar algún problema la hipnosis clínica?
No!. La hipnosis clínica, si es dirigida por profesionales de la salud y especialistas cualificados (psicólogos o médicos) no debe de haber problemas. Sin embargo, la hipnosis en general ha podido ser un problema únicamente cuando ha sido utilizada por inexpertos. Todos sabemos de personas con trastornos de personalidad que han sido víctimas de prácticas hipnóticas sin ningún rigor y sin ningún resultado. Aquí recuerdo de nuevo, que la hipnosis es solo una herramienta, como lo es el bisturí para el cirujano, y que debe ser utilizada por profesionales clínicos honestos y con vocación de ayudar a sus pacientes.
¿Por qué en la hipnosis teatral o de escenario parece que las personas están dormidas y asumen todo lo que se les diga?
La hipnosis de escenario es una representación, un espectáculo cuya única finalidad es la diversión. Las personas que se aventuran a subir al escenario, se han autoelegido para animar el espectáculo, y suelen tener capacidad para entrar en el estado hipnótico o actúan como si estuvieran hipnotizados. Por otra parte, el hipnotizador, siempre suele elegir aquellos voluntarios más dispuestos a cumplir sus órdenes. El hipnotizador de espectáculo suele ser un experto en leer el lenguaje corporal y otras señales sutiles indicadoras de que las personas desean hacer lo que se les ordena y dar un buen espectáculo.
Mientras que la hipnosis de espectáculo es sólo diversión y hace creer que el hipnotizador es el que «controla», la hipnosis clínica sin embargo tiene una finalidad psicoterapéutica, el paciente viene con un problema y obtiene el control. En consulta siempre se tiene en cuenta las necesidades de salud integral y el bienestar del paciente.
¿Quién puede ser hipnotizado y quien no?
La mayoría de las personas tenemos la capacidad de asumir sugestiones hipnóticas; las únicas personas con las que se tiene que tener especial cuidado son aquellas que sufren graves enfermedades mentales (Esquizofrenia, psicosis…). Con éstas personas, es mejor trabajar en sesiones individuales con profesionales expertos en adaptarse a la vivencia del paciente, o trabajar con otras técnicas.
Las personas que tienen un coeficiente intelectual muy bajo o retraso mental, también les es difícil entrar en un estado hipnótico.
Las personas con tendencia de crisis epilépticas, tampoco deberían trabajar con hipnosis.
Por otro lado personas con tendencia demasiado «racional», que utilizan frases como «a mi no me hipnotiza nadie», o no me lo creo», suelen sentir un temor inconsciente. Pero cuando se informan a fondo sobre los beneficios de la hipnosis, tienden a escoger un buen profesional clínico para ayudarse a sí mismos.
Eulalia Cardona. Psicóloga clínica y experta en hipnosis (U.C.M)